INMORTALES
por Vecca Preetz
Clive Barker hablando de lo que le hace vibrar, el 5 de noviembre de 2007 en el EMP/ Sci Fi Museum de Seattle.
Fuente: Wikipedia.
Clive Barker: el mejor terror del siglo XX
Clive Barker no es un tipo que da miedo: con su perilla recortada y sus pendientes de aro gemelos, en realidad parece un pirata que se está adaptando a la modernidad después de años de saqueos exitosos. Tiene una voz espeluznante, (pueden escucharlo en sus podcasts), parece que sacara las consonantes del fondo de un pozo de alquitrán. Él mismo dice: "Si hablo durante demasiado tiempo empiezo a sonar como Carol Channing". Una voz digna de un escritor de terror, una voz que cumple con el objetivo de ser el mejor instrumento para narrar lo que ningún oído quiere escuchar, o si, porque para los amantes del terror nada mejor que morir de miedo en medio de una de sus historias.
Barker nunca ha ocultado su sexualidad, a pesar de que trabaja en géneros (terror y fantasía) que tienden a atraer a los geek y a los blancos sumamente heterosexuales. Los protagonistas homosexuales comenzaron a aparecer en sus cuentos ya en 1984, pero no fue hasta 1996 cuando escribió "Sacrament", una novela que presentaba a un héroe gay. Incluye párrafos escritos con delicadeza, muy cuidados y sentimentales. Un pasaje sobre la vida de los hombres homosexuales que me ha gustado mucho dice así:
“Somos eventos espontáneos. Simplemente aparecimos en medio de familias. Y seguiremos apareciendo. Incluso si la plaga matara a todos los homosexuales del planeta, no sería la extinción, porque cada minuto nacen bebés queer. Es como magia... Sabes, eso es exactamente lo que es. Magia”
Ser abierto, al menos en el mundo de Barker, no siempre ha sido
fácil. Cuando entregó la copia de la sobrecubierta de "Sacramento" a
su editor, le pidieron que se deshaga del material gay de la novela.
''Mi editor me dijo, y juro que lo dijo, solo hay que cambiar los
pronombres'', cuenta Barker.
Se negó a hacerlo por eso "Sacrament" no se vendió tanto como su
trabajo anterior, y algunos de sus admiradores heterosexuales
destrozaron la novela en sus comentarios por la web.
"Pero en mi ficción hablo de mis convicciones más profundas sobre el cielo y el infierno y el bien y el mal. ¿Cómo podría ser deshonesto con esta parte de mí?"
Desde 1984, Barker ha publicado 18 libros de ficción fantástica de terror. Su obra ha vendido cientos de miles de copias, sin embargo, no tiene el reconocimiento de un Lovecraft o la popularidad de un Stephen King, no ha logrado instalarse en el imaginario colectivo ni tampoco atraer a los críticos. A pesar de ello, Barker ha logrado hacer una carrera completa desde sus inicios, ha escrito, producido y dirigido dos películas basadas en su trabajo: "Hellraiser" y la fábula urbana "Candyman", dando lugar ambas a múltiples secuelas. Es el hacedor de pesadillas que no venden pero que todos disfrutamos.
Hellraiser es una lectura enfermiza de los placeres humanos con seres retorcidos y obsesionados por el placer y la sangre.
Es un maestro del género. Le ha dado una vuelta de tuerca a lo que venía estático.
Sus “Libros de Sangre'' son su antología más importante dentro del género del horror. En ella, Barker nos introduce en un camino violento, nos muestra su imaginación fructífera excediendo los límites conocidos hasta el momento. Su amoralidad en las historias no solo se refleja en lo descarnado de una prosa que no duda echar mano del imaginario gore. Barker le da un sentido estético al subgénero. Lo utiliza como la rima de un poema enfermo que narra la epopeya de un héroe condenado a perder y de un escenario que engullirá sus huesos y no dejará ni rastros de él.
Dentro de estos relatos encontramos una de las frases que más espanto ha provocado entre una cantidad considerable de lectores fanáticos. La frase la escribe un niño en una carta que le deja a su madre, gracias a sus propios compañeros de colegio:
“Mamá, me han echado de comer al cerdo”
Cuando lees a Barker te introduces en un mundo del que difícilmente regresaras, una prosa cargada de simbolismos, de crítica sociocultural y exagerada. Y sí, porque su prosa es barroca. Prefiere utilizar una palabra dura como “manchado” a un simple “sucio”. Es un autor que no mide el impacto, solo lo elabora y lo escribe con una brutalidad que salpica todas las páginas con sangre y queda en tu camisa, en el espejo de tu baño, en cualquier parte de la casa donde hayas elegido sentarte a leer. Es descarnado, cruel, sexual.
En su narrativa tiene tanta importancia lo erótico como la muerte.
Fuente: lacentral24.com
Barker crea pequeños microcosmos donde introduce a los protagonistas y los transforma en una idealización de las inquietudes y obsesiones más perversas del ser humano.
Rubén Sánchez Trigos, consultor español, dijo:
«Barker hace una propuesta muy honesta, muy descarnada y muy pegada a su tiempo. Es un autor amoral; no busca dar una lección, no busca castigar el mal que presenta en sus libros»
Y realmente es eso lo que hace nuestro querido Clive, no pretende limpiar la imagen de nadie, no busca perdonar o reivindicar, al contrario, el terror de su pluma es impiadoso, descarnado, con un significado entre líneas que hay que desglosar, porque existe toda una crítica a la sociedad británica de los ’80, a su hipocresía en aspectos sexuales, religiosos y culturales del momento, hay una búsqueda de identidad y aceptación permanentes, que no todos son capaces de interpretar y conmoverse.
Es un maestro del género. Le ha dado una vuelta de tuerca a lo que venía estático ya que no es solo vísceras, sexo y muerte o la simple imagen cliché del gore. No. Nuestro autor es tanto un gran narrador como un gran estilista. Su obra de horror no se queda meramente en la exhibición explícita de partes del cuerpo, va más allá, estableciendo una épica propia de nuestro querido Poe; una prosa llena de matices, donde utiliza la sangre y las vísceras con una delicadeza en la descripción que nos transporta directo a lo que vinimos a buscar, lo terrorífico. Y luego nos deja allí, sentados en la oscuridad, observando las terribles imágenes que quiere que veamos. Tan hipnotizados y espantados como maravillados.
Es único. Ese sería el mejor adjetivo para calificar su obra que no queda solo en la literatura, la dirección de cine, la pintura, la fotografía. También ha incursionado (y muy bien) en el mundo de los videojuegos donde tiene dos pequeñas joyas repletas de horror:
- Clive Barker’s Undying
- Clive Barker’s Jericho.
Estos dos títulos incorporan muchos de los elementos que conocemos de Barker y diversos guiños a su obra, en especial a “Libros de Sangre”. Construidos como juegos de acción en primera persona, el verdadero aporte de los videojuegos escritos por Barker está en lo estético. El diseño de las pesadillas del autor y la manera de confrontarlas con el jugador es sublime.
En fin, el universo de Barker es demasiado extenso como para compilarlo en un solo número, por eso les dejo sembradas las ganas de saber más de nuestro autor elegido en este número, porque en la próxima publicación de la revista, les traeré a un Clive Barlker alejado del horror, con un proyecto bastante diferente de lo que leyeron en esta primera entrega.
¿Imaginan a un escritor de terror como Clive Barker escribiendo una historia para Disney?
Los leo en comentarios.
Artículo publicado originalmente en
«Revista Fuego Eterno 05 - Noviembre 2021»